Celebración dionisíaca con ménades bailando

(Un número de sillas variables en función de las participantes, dispuestas en hemiciclo, vacías)

Voz en off – Ya ven, el hemiciclo está vacío, pero ellas no han muerto ni morirán jamás. Su influjo se perpetua a través del tiempo.
¡Venid sabias mujeres, acudid a nuestro llamado! Que vuestra voz invada esta sala a través de aquéllas que se han hecho eco de vuestras palabras, de vuestros gestos y de la huella firme que habéis imprimido en la historia. Mujeres valientes y generosas de todos los tiempos, tened un poco más de paciencia. Éstas que hablaremos en vuestro nombre vivimos los tiempos oscuros que han dado la espalda a la realidad del alma, y lo que es peor, a la del Espíritu. Sin embargo, es más fuerte lo que nos habéis transmitido que los esfuerzos del mundo moderno por acallar la presencia de un modo de ser y vivir acorde con los ritmos y ciclos del universo.
¡Brujas, comadronas, prostitutas sagradas y más y más hembras incomprendidas, vilipendiadas pero en el fondo liberadas de las cadenas humanas, de vosotras estamos aprendiendo que todavía hoy, en medio de este caos reinante, podemos vivir una existencia mágica! Y a través de la Vía Simbólica, salir airosos volando directamente a nuestra auténtica patria. Que no es de este mundo.
Mas, ¿qué es esto? ¿Qué oigo? ¡Es el bramido del dios que ya llega! Adiós.

*
*    *

(Suenan unos gritos dionisíacos, “Pavor”del grupo Synaulia. Comienza una conversación que mantienen las mujeres en una estancia de al lado pero sin que se las vea. Mientras, en la sala donde está el público, se van proyectando imágenes de bacanales)


Ménades bailando. Ana Contreras. En el Taller Hermético. Notas y bocetos alquímicos Ed. Libros del Innombrable. Junio, 2018

Mujer 1 – (Contundente) Las ménades lo tenían clarísimo.
Mujer 2 – Escuchaban el alarido del dios y lo dejaban todo.
Mujer 3 – (Alegre) Soltaban lo que tenían entre manos y desmelenándose, se lanzaban a los agrestes montes.


Sacrificio a Baco. Óleo de Massimo Stanzione (c. 1634)

Mujer 4 – ¿Cómo no? ¡Si era el mismísimo Dioniso que las reclamaba!
Mujer 5 – (Insinuadora, creando expectativa) Sí, él, “El que llega”, el dios de la Epifanía, el que porta la máscara, el del trueno, ¡Bromio!
Mujer 6 – “El ebrio estampido y el pétreo silencio” se conjugaban en los ritos vividos bajo la luna y las estrellas.


Imagen de origen desconocido

Mujer 7 – (In crescendo) También se lo conoce como el del espíritu profético, el multiforme, el que sana y relaja, dicha de los mortales, lleno de gracias…
Mujer 2 – Claro, el dispensador de bienes, el amante extático, el bailarín.
Mujer 8 – (Entrando inmediatamente) Que arrastraba tras de sí una tropa de frenéticas hembras ansiosas por conocerlo.


Bacanal, Michel-Ange Houasse (1719)

Mujer 5 – Y era su confidente, el que las excitaba y las impelía a participar en sus orgías desmesuradas y a la vez contenidas.
Mujer 2 – ¡Cuánta paradoja!
Mujer 7 – “Son madres y nodrizas las que escoltan al dios criado en los bosques”…


El Triunfo de Pan. Jacques Stella (1596-1657)

Mujer 3 – … que abandonando modales y composturas bajo las que pretenden esconder miles de excusas acomodaticias, lo acompañan en sus viajes. ¡Y menudos viajes!
Mujer 1 – Sólo así, por la vía del exceso, podían romper la cárcel mental que las aprisionaba.


Episodio de una bacanal. Dioscoro Teófilo Puebla y Tolín, 1860

Mujer 8 – (Llamando a la algarabía) Las ménades bailaban, bailaban y bailaban hasta el agotamiento.
Mujer 4 – De este modo llevaban al extremo sus pasiones, para desatarlas y ascender libres al encuentro de su amado invisible.
Mujer 6 – Reuniendo su alma a la del dios en hierogamia sagrada.


Bacanal. Jan Brueghel el Viejo y Hendrik Van Balen I, ca. 1608 - 1616

Mujer 3 – (Raptada) Su conciencia se abría y se abría más allá de sus individualidades, y ya no eran ellas, sino el Ser Universal que vivía a su través.
Mujer 5 – (Extática) La mirada de la ménade se alza hacia el éter, no es amor carnal lo que busca, sino la esencia primigenia del amor.


Johann Heinrich Keller. Zurich 1692-1765

Mujer 6 – Amor a lo no humano, a lo suprahumano, que descubrían como su naturaleza más alta y verdadera.
Mujer 7 – (Sintetizando) Estas mujeres representan la imagen de la feminidad primordial del mundo, de la substancia universal y su plasticidad para gestar todas las formas y también para acabar con ellas.


Bacanal. Charles-Joseph Natoire, 1745-49 (MFA, Houston)

Mujer 8 – De ahí los ritos sanguinarios de descuartizamiento de animales salvajes o de niños.
Mujer 2 – (Rotunda) Brutal.
Mujer 1 – Esto te lleva a las puertas del abismo.
Mujer 3 – ¿Al de arriba o al de abajo?


Baco y Ariadna. Charles-Joseph Natoire, 1742 St. Petersburg, Eremitage

Mujer 4 – Conociendo los dos, no hay ninguna duda en optar por el que te sumerge en el mundo de Sophia.
Mujer 8 – Y desde éste, traspasando la corona del cosmos, vivenciar el Caos Absoluto.

(Suena una música dionisíaca, “Baccus” de Synaulia. Las mujeres van entrando en la sala y se dirigen a las sillas del escenario, pero no se sientan todas a la vez, sino que unas quedan de pie, otras sentadas de a dos, otras apoyadas en el respaldo de la silla, mientras dicen de memoria estas frases)

Mujer 2 – (La primera, asomando la cabeza desorientada) Por aquí no lo veo, ¿dónde hallar este dios tan esquivo? No oigo más que coches.
Mujer 5 – (Un poquito ebria) Pues sin ánimo de ser literal, yo cada noche ceno con él cuando levanto la copa de vino y me la bebo de un trago.
Mujer 7 – (Animosa) ¡Evohé Baco! ¡Evohé!
Mujer 8 – (Vehemente) Si no está aquí, en medio de esta ceremonia, ¿dónde tendríamos que buscarlo? (Irónica) ¿En Delfos?
Mujer 6 – Invoquémoslo de corazón e irrumpirá con toda su fuerza revulsiva.
Mujer 4 – Para conducir la conciencia a una realidad invisible, regenerada, dejando atrás de una vez por todas las viejas maneras.
Mujer 3 – ¡Ay sí, que aburrido seguir con los mismos rollos de siempre!
Mujer 1 – (Harta) Yo ya no puedo más.
Mujer 5 – Peor que aburrido, pues si no los sueltas definitivamente, he observado que se cortan los hilos con lo de arriba y te vuelves un ser inferior.
Mujer 4 – Sabemos a qué te refieres.
Mujer 6 – Esto lo tenemos muy, pero que muy visto.
Mujer 3 – ¡Que comparezca el libertador!
Mujer 8 – Y nos rapte con su furor mistérico.

(Todas callan, se sientan y abren el portafolios negro donde van leyendo lo que sigue)

Mujer 2 – (Mirando al semicírculo) Parecería que esto es una asamblea, pero nada que ver con eso. Es la hora de nuestro ensayo.
Mujer 7 – Si lo llamamos rito, nos toman por unas antiguas.
Mujer 4 – Y sin embargo este encuentro lo es, y todos los que realizamos.
Mujer 5 – (Haciéndose la interesante) Pues yo no veo que seamos nada antiguas, al contrario, bien modernas y nos conservamos muy bien.
Mujer 6 – Es que tomamos cada tanto el elixir de larga vida querida, como nuestras antecesoras las brujas.
Mujer 8 – (Épica) ¡Qué valientes mujeres aquéllas! Entregadas en cuerpo y alma a escrutar los misterios del cosmos y de sí mismas.
Mujer 3 – (Encantada) Contemplaban en las noches serenas los movimientos estelares, los influjos de los astros y sus correspondencias precisas con las piedras y los minerales…
Mujer 5 – … Y con las yerbas y animales, religando con incantaciones el cielo con la tierra mientras preparaban sus brebajes y ungüentos curativos o mortales.
Mujer 1 – Mujeres medicina, las llaman en otras culturas.
Mujer 7 – (Entusiasmada) ¡Que vibraban al unísono con la música secreta de las esferas!
Mujer 4 – Y desataban en ocasiones las más tremendas tempestades para apaciguarlas de inmediato al invocar a sus aliados los dioses.
Mujer 8 – Lo que les valió ser totalmente incomprendidas por las autoridades, tan rígidas entonces como ahora mismo.
Mujer 5 – Sí, que las tachaban de come niños y fornicadoras con el diablo.
Mujer 2 – (Irónica) Los pobres diablos son ellos, los mandamases de siempre, que como saben tanto y están por encima del bien y del mal, viven obsesionados por ser “lo más” y recibir los aplausos de su nutrida platea.

(Varias a la vez, con sorna mientras todas aplauden) “Bravo, bravo, bravísimo”.

Mujer 6 – Lo más grave es que éstos dejaron pasar el tren de la nueva vida y creen ser sus conductores.
Mujer 3 – Manosean la Sabiduría y profitan de los que en verdad la aman.
Mujer 1 – ¡Fuera de aquí espías, rebeldes e intrigadores!
Mujer 8 – Dicen ser los abanderados y han devenido sus más fieros detractores.
Mujer 4 – Unos miserables agentes de las fuerzas más oscuras.
Mujer 5 – (Con cantinela) Control, manejo de pequeño poder en nombre de la verdad y la libertad… la historia se repite una y otra vez.
Mujer 6 – Las alarmas del saqueo se disparan por doquier y estamos a un paso de…
Mujer 8 – ¡Nada de alarmismo! El reloj avanza a su paso y todo se da en el minuto preciso.
Mujer 2 – (Pensativa) Siempre habrá quien esté dispuesto a encarnar esos personajes. Es cuestión de elegir.El reparto divino es bien curioso…
Mujer 7 – (Zafando) Pero a aquellas brujas poco les importaban esos soberbios engreídos y envidiosos; eran ciertamente mujeres libres, que transitaban el camino del conocimiento en soledad o al lado de sus compañeras cuando se juntaban para sus ritos.
Mujer 3 – Bien difícil por cierto… porque, ¿qué es en verdad la liberación?
Mujer 1 – Desde luego nada que ver con lo que pretenden estas groseras hechiceras que aplican de modo invertido ciertos conocimientos muy altos para tener a sus acólitos bien agarrados por los…
Mujer 2 – (Interrumpiendo) ¡Olvídalas! No merecen ni un minuto más de nuestra atención.
Mujer 1 – (Insistente) Hasta diosas se consideran en el colmo de su delirio…
Mujer 2 – ¡Que te digo que las olvides!
Mujer 6 – Aquellas antiguas vivían despreocupadas y todo el tiempo concentradas en ser…
Mujer 4 – (Agarrando la onda) En ser hembras abiertas a las potencias celestes e infernales.
Mujer 8 – Que conjugaban, sin despistes ni excusas, en su alma a través de palabras sagradas, oraciones, conjuros, sortilegios y ligaduras.
Mujer 6 – Sus ritos estaban por encima de todo; de hecho su existencia era un rito reiterado.
Mujer 5 – Sabían del poder de lo seminal, de lo invisible e inasible que bien se cuidaban de no desviar hacia sus intereses particulares.
Mujer 2 – Barrían primero su casa, lo que quiere decir su alma, antes de fijarse en la porquería de la ajena.
Mujer 3 – ¡Tenían trato íntimo con los espíritus intermediarios y con el gran hierofante!
Mujer 8 – Por eso se las temía y odiaba al mismo tiempo, y se las enviaba a la hoguera pretendiendo hacerlas desaparecer de escena.
Mujer 7 – Cuando en realidad ellas ya se habían borrado del mapa, porque, vamos a ver ¿cuántos nombres propios de brujas recordáis?
Mujer 1 – Yo no sé ninguno.
Mujer 4 – Ni falta nos hace, basta con saber que existieron…
Mujer 5 – (Entrando enseguida) Y existen mujeres dispuestas a dar testimonio de las comprensiones que se producen en su alma. ¡Pero ojo con confundirlas con personalismos! Los espacios de la conciencia son mucho más amplios que el tinte particular con el que te han parido, siempre relativo.
Mujer 6 – (Descubriéndolo en este instante) Comunicar lo incomunicable… es la paradoja que sólo la perseverante labor interna con el símbolo resuelve. Y siempre queda lo que nunca jamás podrá nombrarse.
Mujer 2 – (Seria) Morir en vida, y nada de fingir falsas realizaciones. Es crudo y descarnado todo lo referente a la Alquimia. Hay que ser realmente valiente para encarnar estos procesos.
Mujer 4 – ¡Con frecuencia buscamos modelos a imitar, recetas fáciles para salir del paso, resultando de ello todo lo contrario! Una y otra vez nos damos de bruces contra puertas cerradas y aquí estamos, estancadas.
Mujer 3 – Toma, fúmate este puro, y déjate llevar por la yerba que abre la conciencia.
Mujer 8 – Pero si aquí está prohibido fumar.
Mujer 1 – (Tajante) Casi todo está prohibido actualmente, regulado y sancionado.
Mujer 7 – Y lo paradójico es que al no comprender la naturaleza espiritual de la Libertad, se cae en constantes libertinajes, latrocinios y otras fechorías que engrosan la tupida maraña en la que quedan atrapados los mosquitos.
Mujer 8 – ¡Que animales tan fastidiosos! (Cambiando totalmente de tercio y de tono) Si no fuera por esos ritos reiterados con grandes dosis de amor y desprendimiento… (Otro cambio, poniéndose el dedo en la boca implorando silencio) Aunque, ni se te ocurra mencionar lo que para aquellas brujas significaban sus aquelarres.
Mujer 4 – Sólo si hubiera morbo, estos espectadores actuales prestarían oídos.
Mujer 2 – Pero si les hablas de conocimiento y sabiduría, se les dibuja una mueca de desaprobación en el rostro.
Mujer 1 – Lo ponen todo en entredicho.
Mujer 2 – Te fulminan con la mirada.
Mujer 6 – O simplemente ignoran y niegan las posibilidades que se abren más allá de los sentidos y de la pesada, pesadísima, psicología.
Mujer 3 – (Despreocupada) Me importa nada que no comprendan que esto es otra cosa. Desde que di con el filón de la auténtica filosofía, que es amor a la Sabiduría, ya no he soltado el hilo.
Mujer 5 – Esto me hace pensar en Sócrates…
Mujer 2 – Disculpad que os interrumpa. Me gustaría que ahora mirásemos juntas este pequeño vídeo que hemos preparado sobre otras mujeres incomprendidas a las que sólo se ha visto como comerciantes del sexo. Me refiero al tema de las prostitutas sagradas.
Mujer 4 – Ufff, que escabroso. Imagínate por un momento que aquellas de la antigüedad vieran en lo que se han convertido las actuales…
Mujer 5 – Por eso intentamos recuperar esa otra lectura de lo que simbolizó su oficio.
Mujer 1 – Vale, adelante, somos todo oídos.
Mujer 2 – Tomadlo sólo como un boceto…



(Sigue la conversación entre las mujeres)

Mujer 2 – Todavía no está terminado, pero ya veis por donde va la cosa.
Mujer 3 – (Profundamente) Caramba, qué bueno.
Mujer 7 – No tenía ni idea que actividades como éstas, censuradas por la hipocresía de la moral siempre dual, escondieran otras lecturas vinculadas al conocimiento.
Mujer 8 – ¡Hay que ver cómo nos llega a condicionar la estrechez de miras de muchas interpretaciones modernas, tan ignorantes como prepotentes!
Mujer 6 – Que poco a poco van castrando el pensamiento.
Mujer 1 – Cuando éste es lo único que nos hace seres humanos completos, dignos de ser denominados como tales.
Mujer 4 – Claro, como que es gracias a él que se conquista la Libertad. Pensar es un arma de larguísimo alcance, y depende de donde apuntes vas para arriba o para abajo.
Mujer 5 – Por eso sólo nos interesa, como a muchas de las mujeres de las que estamos hablando, extraer la esencia de sus gestos y de las acciones rituales que conformaban su vida, sin entrar a juzgar nada.
Mujer 7 – (Reafirmando) Eso, recuperar las ideas-fuerza que las impulsaban y les infundían el valor necesario para enfrentar todas las dificultades.
Mujer 4 – Que no eran pocas y de toda índole…
Mujer 2 – Esta conversación me recuerda a las prácticas obstétricas.
Mujer 3 – ¿Quieres decir en el sentido que Sócrates entendía su labor, o sea como una mayéutica intelectual?
Mujer 2 – (Asintiendo) Ajá.
Mujer 6 – (Pensativa) El arte de las comadronas aplicado al intelecto…
Mujer 4 – (Reivindicativa) Pero sin menguar ningún valor a todas aquellas mediadoras que ayudaban a dar a luz.
Mujer 8 – Efectivamente, ambas cosas al mismo tiempo.
Mujer 7 – Hasta hace bien poco esas mujeres eran unas auténticas conocedoras de los secretos de la gestación y del nacimiento a la vida, y sabían de la importancia de las energías invisibles en los complejos desarrollos y tránsitos microcósmicos, análogos a los del macrocosmos.
Mujer 1 – Vida que se toca con la muerte, pues el otro día leí que alumbrar era considerado en muchas culturas una gran proeza, una batalla a vida o muerte equiparable a la de los guerreros.
Mujer 5 – ¡Menuda labor la de las comadronas!
Mujer 1 – (A la que habló de las puertas cerradas) Su función es la de ser un puente, la de ayudar a abrir y cruzar el umbral de esas puertas cerradas a las que antes te referías.
Mujer 5 – Es la voz que va guiando, la que aplica ungüentos calmantes y masajes y la que con sus manos dúctiles va dilatando el canal que atraviesa la nueva criatura hasta que ve la luz de su amanecer.
Mujer 6 – El nombre obstetra viene de obstetrix: la que se pone enfrente.
Mujer 2 – A muchas de ellas también se las acusó de brujas por aplicar conocimientos de magia simpática.
Mujer 8 – Y esto traspuesto al camino de conocimiento, equivaldría a la labor que realiza el símbolo, que es facilitar el segundo nacimiento y guiarnos en la nueva vida.
Mujer 4 – El caso es que se trata de autoparirse y enfrentarse a uno mismo, reconociendo las miserias de lo inferior y escrutando sin desfallecer los misterios del Cosmos que portamos en el interior.
Mujer 3 – ¿Y como se despierta esa intelección?
Mujer 2 – Las flechas de Cupido se disparan al azar…
Mujer 7 – E inesperadamente pueden impactar en tu corazón o pasar irremediablemente de largo.
Mujer 5 – Pero si te enteras del flechazo y agarras de la mano al símbolo y a los sabios y sabias obstetras como guías, puede iniciarse esta senda liberadora.
Mujer 1 – Y de ahí en adelante muchos decesos y nuevos nacimientos aguardan.
Mujer 6 – Diotima de Mantinea reveló a Sócrates las claves de la mayéutica. Es tan simple y tan complejo como ascender la escala del pensamiento trazada por Eros.
Mujer 3 – ¡De nuevo aprender a pensar! Dejar atrás los automatismos, las visiones chatas, los prejuicios… y lanzarse a esta extraordinaria aventura.
Mujer 5 – ¿No os parece que deberíamos atraer esta poderosa energía, la única que nos hace desprendernos de todos los apegos. ¡El Amor os hará libres! Nada que ver con intercambios emocionales, ni mucho menos con chantajes sentimentales disfrazados de otras cosas.
Mujer 8 – El único comercio es con el alado Mercurio, que todo te lo pide, o roba, –¡hasta la vida!– a cambio de la obtención del Conocimiento y la Verdad.
Mujer 2 – Se me ocurre que podríamos evocar el poema a Venus que escribió Federico.
Mujer 4 – ¿Te refieres al fragmento final de su obra teatral Rapsodia?
Mujer 2 – Exactamente.
Mujer 3 – Sí, sí, entonemos este himno al Amor y a la Belleza que nunca he escuchado con nuestras voces.

(Suenan unos címbalos y entra el primer verso, y cada tanto van sonando a medida que las mujeres se van levantando y diciendo los parlamentos de memoria, sin leer. Sostienen una concha con pétalos de rosas entre las manos)


Mujer 8 – ¡Óyeme Venus! En tu nombre, en tu nombre se dijeron esas cosas tan bonitas. En tu nombre, esos sueños son ahora para todos, pues sin eso, que otra cosa nos quedara a los hombres sino el llanto que produce nuestro olvido…
Mujer 1 – ¡Somos fragmentos del amor!
Mujer 4 – ¿Quién dices ser? Si toda cosa en ti comienza y termina…
Mujer 7 – Si cada guiño de tus ojos es un día…
Mujer 2 – Si la sombra de tus pasos es la vida…
Mujer 1 – Y nos has dado a todos un alma tan partida que no pensamos sino en huir… ¿Quién dice ser?
Mujer 5 – Embriágame mi diosa, quiero beber tu vino delicioso y si he de penar por este hecho pagaré el precio necesario pues quien no sufre por amor no ama.
Mujer 3 – La vida entera me entregó la transparente lucidez de tu presencia, y comprendí la esencia de la diosa, tu ser, Isthar, en mí…
Mujer 6 – ¡Oh diosa! Piensa más bien en quiénes somos tú y yo, yo y tú.

(A partir de aquí, a medida que les toca el verso, se acercan a la boca del escenario y se retiran por el pasillo central, lanzando los pétalos de rosas al público, de tal manera que al final el hemiciclo vuelve a quedar vacío)

Mujer 7 – Oye, vine a decirte lo que todo el mundo sabe, tal vez… Presta atención, no hay nada en esta tierra que no lleve el latir del corazón.
Mujer 2 – ¿Contra qué debe uno rebelarse si el destino ya está escrito?
Mujer 1 – ¡Somos fragmentos del amor!


Mujer 4 – Sólo es ahora y siempre ahora, más luego nunca…
Mujer 6 – Todo es eterno, no hay próxima vez para los dos.
Mujer 5 – A cada rato se renueva la promesa de ser y se reitera la palabra y la generación, ¡fecúndame, hazte cargo de este nacimiento que yo te produje a mi vez!
Mujer 8 – Quebraste mi paz a la inmensa distancia de este palmo ¿qué haría sin aquello que marcó mi futuro sin quererlo?
Mujer 7 – Explícame hoy como hago, porque estoy segura de que hoy es siempre, y no habrá ningún hoy ni ningún siempre sin este momento que ya fue.
Mujer 3 – Ya que el autor de la obra se oculta tras un velo he de cantar sin pena y sin anhelo esta canción que revele el secreto puesto que eres a la vez el sujeto y el objeto del amor. Misteriosa realidad que no podemos ni queremos traspasar… si es que hay algo que saber.

(El que filmaba todo el rito, dejando de grabar por un momento, extrañado se dirige a uno del público)

Operador de cámara – ¿Y usted qué piensa de todo esto?
Uno del público – ¡¡¡Que viva la Pepa!!!


(Inmediatamente entra la voz en off de una mujer)

Voz en off 1 – Al final, el hemiciclo está vacío igual que al principio. No hay aplausos. Ninguna de estas hembras evocadas buscaban reconocimientos, fama, honores, ni adulaciones, ni las que han salido por la puerta. Pensar era lo que les interesaba por encima de todo. Tras ardua y guerrera labor, llenas de valor y generosidad, han sido raptadas por el pícaro sinvergüenza. Eros anda por aquí suelto. (Pícara) Estemos atentos.

© Ateneo del Agartha


Para ver vídeo ir a link del canal SYMBOLOS youtube:
https://www.youtube.com/watch?v=sT7lacoWxio&t=3s