Los autores han recorrido Mallorca un poco llevados por el azar –que siempre es hermoso–, también por su interés acerca de la simbólica y las raíces culturales de las civilizaciones, salvaguardadas en el folklore, los mitos y leyendas, las artesanías, etc., e igualmente por las sugerencias de amigos y amigas que han encontrado en esta bellísima y acogedora tierra rodeada por el mar.
Los cien capítulos cortos de esta obra son el reflejo fresco de un recorrido vital e interno por una constelación de símbolos que la isla atesora, de un viaje cuyas claves se han ido desvelando con el apoyo de una enseñanza, una geografía significativa y unas costumbres, leyendas y manifestaciones culturales que en última instancia evocan la existencia de otros planos o mundos invisibles –pero reales– más próximos a nuestro Origen.
Como se dice en el prólogo, “todas las culturas, todos los colectivos humanos que han pisado, transformado y experimentado vida en Mallorca han contribuido a crear y construir este mundo que hoy puedes contemplar. Los elementos, el espacio, el paisaje, la prehistoria, la historia, el presente, el por-venir, todos hablan el mismo lenguaje y conviven desde hace milenios. Lo que está por venir ya está escrito en los códigos escondidos de cada partícula arenisca del marès, en cada gota de agua, en cada chispa capaz de encender también lo inmaterial. Todo convive fuera del tiempo y en el tiempo, en el espacio y fuera del espacio, en la sabiduría popular, en el sentido común, en la comunidad y en cada ser vivo. Convive contigo, convive con el universo”.
Pare ver la colección completa del Aleteo de Mercurio, ir a link del blog:
http://aleteodemercurio.blogspot.com/
Reseñas
MALLORCA, PLACER PARA LOS SENTIDOS
Heraldo de Aragón, 1 de abril de 2023
Conocí Mallorca hace 40 años, no como turista, sino como investigador. Existía allí un archivo dedicado a la documentación de Gabriel Llabrés y Quintana, primer bibliotecario del Cuerpo de Archiveros y Bibliotecarios del Estado que dirigió la Biblioteca Pública de Teruel, en 1881. Había documentación relativa a la provincia, que a partir de entonces se conoció. Hice un segundo viaje al año siguiente, con el mismo fin, pero más relajado, en el que me permití visitar la catedral de Palma y las cuevas de Artá.
Transcurrió bastante tiempo hasta que mi hija menor se estableció en Palma como psiquiatra en el hospital de refencia de la isla. Desde entonces he viajado en multitud de ocasiones. He conocido rincones de extrema belleza guiado por ella, por mi familia política y por amigos comunes. Pero nunca había profundizado en los pequeños detalles que ofrece este maravilloso libro de Mireia Valls y Marc García concebido literariamente desde la prosa poética y la lírica encendida, con unas ilustraciones fotográficas de excelente factura que propician un conocimiento profundo de los secretos de la isla.
Mallorca. Una mirada simbólica, que publica la editorial Libros del Innombrable en su colección “Aleteo de Mercurio”, es un acierto en toda línea, a disposición de quienes buscan algo más que el tópico turístico o la información mediatizada de las guías al uso. Es una obra para acariciar cada página, para admirarla y para acudir en busca de esos pequeños yacimientos, rincones, esculturas, plantaciones, brotes, paisajes y fenómenos de apariencia mínima, pero de alma inmensa, que dan sentido y profundidad al conocimiento de un territorio. Su lectura no solamente proporciona datos, sino emociones.
Escrito con la delicadeza de quien se sabe poseedor de un conocimiento menos transmisible que perceptible, exige una atención diminuta, pero de gran calado, para captar cada una de las propuestas que contienen el centro de referencias concretas a lo largo de las 244 páginas, incluida la Biliografía, bellamente ilustradas y magníficamente impresas, sello inconfundible de la editorial.
Como se dice en el prólogo, todos los colectivos humanos que han pisado, transformado y experimentado vida en Mallorca han contribuido a crearla y construirla. Los elementos, el espacio, el paisaje, la prehistoria, la historia, el presente, y el porvenir hablan el mismo lenguaje y conviven desde hace milenios fuera del tiempo y en el tiempo, en el espacio y fuera del espacio, en la sabiduría popular, en el sentido común, en la comunidad y en cada ser vivo.
Mallorca. Una mirada simbólica es un libro para leer una y otra vez, para meditarlo, para complacerse en las descripciones, para imaginar, porque es una fuente inagotable de propuestas externas que despiertan sensaciones internas. Un lujo que debiera ser promocionado por aquellas empresas u oficinas que van optando por ofrecer a sus clientes un horizonte de cultura verdadera donde saciar el ansia de conocimiento que a los humanos nos gobierna.
Este es el título de un libro sobre Mallorca, publicado recientemente por la editorial Libros del Innombrable. Escrito en Mallorca, pensado en clave. Se trata de un recorrido por lugares y referentes conocidos, pero con la intención de descubrir en ellos los componentes desconocidos y plantear significados alternativos. En términos generales, la vida no se puede medir sólo en tiempo y espacio porque también es aquello que anhelamos, buscamos y dejamos en cada acción humana. La tierra que habitamos es nuestro hogar y el espacio que amamos, un lugar que nunca acabamos de poseer en un sentido material y no podremos destruir, a pesar de que lo profanemos de forma recurrente. Sin embargo, hay circunstancias que te hacen descubrir la existencia de otras dimensiones y que todo lo que constituye el paisaje que nos rodea es en realidad un libro abierto, lleno de vida. Espacios que salvaguardan lo mejor del pasado y se manifiestan en permanente cambio. Un libro que pertenece a la humanidad en la medida en que constituye el paraíso que los dioses han puesto al servicio del hombre. Mireia Valls y Marc García nos invitan a contemplar Mallorca. En su obra Mallorca. Una mirada simbólica nos presentan lo que conocemos y experimentamos de forma natural y cotidiana, pero nos lo hacen vivir de forma fresca y nos ofrecen un relato bello. La sabiduría tradicional estaba enraizada en la naturaleza y en la experiencia, y mantenía una cierta credibilidad porque sabía leer lo que se interiorizaba a través de los sentidos. Todo lo que se oía, tocaba, veía, olía y degustaba se introducía de forma natural en la almazara personal y se transformaba en el aceite que iluminaba, nutría y orientaba la vida. La vida tampoco ha cambiado tanto y es en los rincones escondidos de cada microlugar donde crece la vida con mayúsculas. En cada rincón se esconde y condensa la esencia de la vida en su plenitud. Mireia y Marc nos regalan la oportunidad de conocer detalles de un patrimonio que nunca se acaba de entender ni de explicar en plenitud. A través de cien capítulos breves recorren Mallorca y nos invitan a circular por lugares de toda índole, parajes que tienen en común su valor sacramental, mágico y simbólico. Todo lo que fotografían y describen no es exactamente lo que el ojo retrata ni lo que la pluma describe, todo se convierte en un producto espiritual y simbólico de primera magnitud, porque nada de lo que nos rodea es exactamente lo que captan los sentidos, aunque éstos son la mediación natural para llegar al alma de las cosas. Mallorca no es sólo sagrada para los mallorquines, tiene una proyección simbólica que muchos más deberían entender. La versión de Mireia y Marc es extraordinaria.
Tomando como base la isla de Mallorca, esta bellísima entrega de Mireia Valls y Marc García es una invitación a penetrar en la esencia de todo lo que nos rodea, a descubrir la revelación del Ser que se está manifestando en cada ser, la “omnipresencia e inmanencia divina en todas las cosas”. Es decir, nos exhorta a activar la mirada simbólica –la que surge desde el corazón– en el correr de nuestra vida, a estar atentos a ese mágico diálogo divino mediante el cual uno va aprendiendo a reconocerse en la Unidad de todas las cosas. Como un ir viendo, en cada uno de los puntos que conforman un círculo, una imagen del mismo centro, unos reflejos mediante los cuales uno va recordando su realidad en “el centro del mundo, nuestro centro”.